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El diario la Nación, en su columna de opinión del 20 de abril, se dedica -como es ya habitual- a criticar al Presidente por lo que considera una“intromisión en el poder judicial”. Ello, por manifestar su disconformidad con la inacción de algunos funcionarios del Poder Judicial en causas por violaciones sistemáticas a los derechos humanos cometidas durante la última dictadura militar, específicamente la Cámara de Casación Penal.
Lo llamativo es que en esa misma nota, trascriben los resultados de una encuesta que muestra, lo que ya es un secreto a voces; es decir, la disconformidad y la falta de confianza de los argentinos en el sistema judicial.
Lo cómico es que se critica la supuesta intromisión del Presidente, cuando lo que hace público es en definitiva, lo que piensa la gente, los ciudadanos (avalado por la propia encuesta que publican). Entonces me pregunto ¿eso se puede considerar como ataque o persecusión a otro poder? ¿O todavía existen los que creen que tenemos un Poder Judicial incuestionable?
Tengamos en cuenta, que si el Presidente no opinara sobre el tema, contribuiría a mantener el statu quo que ha llevado al grado de disconformidad que hoy sienten los ciudadanos con el Poder Judicial. Desde su lugar puede representar mejor que nadie, los incesantes reclamos de “justicia” a los que ya estamos acostumbrados.
En la nota comentada, se dice que “un país no puede depender de una cuestión de humor de un gobierno de turno, sino de la consolidación de las institutuciones al servicio de la Nación”. En este sentido podríamos hablar de una institución que dado su desprestigio - que sí está bien consolidado- debería replantearse la posibilidad de volver a estar al servicio de la Nación, con funcionarios que actuen con responsabilidad frente a las controversias que se susciten y no como meros representantes de sus propios intereses, o peor aún de los intereses de las intituciones que históricamente han definido su rumbo.
http://www.lanacion.com.ar/opinion/nota.asp?nota_id=901707