martes, 12 de junio de 2007

EL ACOSO MEDIÁTICO Y EL ESTADO DE INOCENCIA: UNA REFLEXIÓN SOBRE EL CASO DALMASSO

Facundo Macarrón de 19 años, finalmente quedó imputado en la causa que investiga el crimen de su madre, Nora Dalmasso. Fue procesado por"sospechas leves" del delito de "abuso sexual calificado seguido de muerte"
Su madre apareció muerta en su casa del exclusivo barrio Villa Golf, en la ciudad cordobesa de Río Cuarto. Estaba desnuda, había tenido relaciones sexuales intensas, y el único signo de violencia que se le notaba a simple vista era el lazo anudado alrededor del cuello
Tras conocerse la imputación al joven, el fiscal exigió a los abogados de las partes que mantengan el secreto del sumario para no afectar "los fines del proceso y la intimidad y el honor de las personas sometidas al mismo".
Sin embargo, el secreto de sumario nunca fue un impedimento para que se publicaran las hipótesis más diversas sobre el crimen y sobre la vida privada de la familia, en especial de Facundo.
En la última semana, tuvo una repercusión espectacular en los medios, llegando incluso al intento de algun periodista por encontrar rasgos en la cara de Facundo, que lo asimilaran a algún tipo de patología criminal, al mejor estillo lombrosiano.
Esto demuestra una grave falencia de los medios de comunicación en una cuestión, que además de ser muy delicada -no olvidemos que el muchacho aún es inocente- como es su condición sexual, está pasando seguramento su peor momento.
Más allá del devenir del caso, que sólo la justicia podrá determinar y aún cuando amerite una condena en la persona expuesta, nada justifica una condena anticipada desde los medios de comunicación. En este sentido me preguntó cual es el sentido de ventilar cuestiones tan íntimas, cualquier condena ahora ya va a ser doble, porque la opinión pública ya lo condenó, y los medios de comunicación actuaron como querellantes. En este caso, tampoco su familia lo cuidó, incluso sus propias tías declararon ante los medios, no sólo sobre la orientación sexual de Facundo, sino también que su madre era muy abierta e incluso le había presentado a alguna de sus parejas. Lo que parece por lo menos un tanto prematuro y más que ayudar, creo que estas declaraciones lo perjudicaron.
Hasta podríamos hablar de un tribunal inquisitivo, que juzga y trata de derivar hipótesis sobre la condición sexual de una persona, tengamos en cuenta que Facundo tiene recién 19 años y puede llegar a estar en un período de definiciones, donde nada es terminante. Y si lo fuese, tampoco suma demasiado su difusión.
Sin embargo, la cuestión central que me lleva a reflexionar sobre el tema, es la presunción de inocencia. Toda persona, de acuerdo a la Constitución Nacional y los tratados internacionales por ella incorporados, es inocente mientras la culpa no se demuestre como resultado de un proceso penal respetuoso de las garantías constitucionales. Por eso, la inocencia no es un beneficio para el procesado cuando aún no existen elementos suficientes para declararlo culpable; sino que es un derecho del que goza toda persona que se encuentra sometida al poder punitivo del estado; es un derecho constitucional que se relaciona directamente con el derecho de defensa en juicio regulado por el Art. 18 de la Constitución Nacional. Por eso en este caso tan mediático, el principio de inocencia debería ser tomado con suma rigurosidad por parte de quienes transmiten información, sobre todo porque no existe o se desconoce la actuación de algún tipo de tribunal de ética que pueda mediar en casos como este.